¿Peca Argo por estereotipar Medio Oriente?
Es probable, pero también ejerce desde algún lugar (no demasiado comprometido) un ejercicio denuncista. Debe hacerse cargo también de ser lineal y simplona, con algunos momentos de vértigo que quizás sean previsibles.
Pero sin embargo, con poco, le basta para ser una muy buena película que confirma todo lo que Ben Affleck insinuó en The Town y que lo postula como uno de los directores a seguir atentamente de aquí en adelante.
El sub-género "la lucha norteamericana contra el terrorismo" sigue dándole tela para cortar al séptimo arte. Que no sea bastardeado (como las enojosas políticas del país del norte) dependerá sólo de sus realizadores.
Punto para Affleck.
lunes, 28 de enero de 2013
martes, 22 de enero de 2013
Las heridas del liberalismo
Grata
sorpresa. "Killing Them Softly" será un "must see" del cine
contemporáneo.
La película esconde detrás de su trama de cine neo-noir, infinidad de líneas ocultas que no admiten un espectador pasivo. Una crítica generada desde el seno mismo del pensamiento neoliberal norteamericano, de los torridos caminos que transita el dinero en tiempos de crisis económica e incluso de la idiosincrasia del ciudadano yankee promedio, son algunos de los condimentos de este experimento que parece amalgamar lo mejor de Scorsese y Tarantino.
Con un guión interesante, un original manejo de cámaras y la intertextualidad utilizada a la perfección, se convierte en un clásico casi inmediatamente. Un cada vez más correcto Brad Pitt, encuentra un ladero genial en la maravillosa interpretación de James Gandolfini.
La música, merece un párrafo aparte, blues de New Orleans y ataques al oído achanchado con bandas como The Velvet Underground. Muy recomendable.
La película esconde detrás de su trama de cine neo-noir, infinidad de líneas ocultas que no admiten un espectador pasivo. Una crítica generada desde el seno mismo del pensamiento neoliberal norteamericano, de los torridos caminos que transita el dinero en tiempos de crisis económica e incluso de la idiosincrasia del ciudadano yankee promedio, son algunos de los condimentos de este experimento que parece amalgamar lo mejor de Scorsese y Tarantino.
Con un guión interesante, un original manejo de cámaras y la intertextualidad utilizada a la perfección, se convierte en un clásico casi inmediatamente. Un cada vez más correcto Brad Pitt, encuentra un ladero genial en la maravillosa interpretación de James Gandolfini.
La música, merece un párrafo aparte, blues de New Orleans y ataques al oído achanchado con bandas como The Velvet Underground. Muy recomendable.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)